Gino Lorenzini y el fenómeno político (y comunicacional) de Felices y Forrados
Versión extendida del artículo publicado en Fotech.cl.
El ingeniero comercial Gino Lorenzini está en la palestra. Su empresa de asesorías financieras “Felices y Forrados” está sufriendo una importante persecución por parte de las autoridades financieras debido a que sus asesorías previsionales estarían generando mucho “ruido” en el sistema.
Desde entonces “Felices y Forrados” y su líder han estado en la mira de los medios. Al día siguiente, Lorenzini y el diputado Renato Garín estaban invitados a “Mentiras Verdaderas” para exponer más detalles acerca de la acusación. Sin embargo, poco antes del inicio de la transmisión, bajaron a Garín, por lo que Lorenzini optó por cancelar su participación en solidaridad con él. La explicación dada por Eduardo Fuentes (el intento de traer otro invitado en busca de un supuesto “equilibrio editorial”) resultó pobre y poco creíble. Ahí nacieron las sospechas de un “telefonazo” proveniente de algún poderoso, las cuales se acrecentaron en los días posteriores con sendos reportajes en La Segunda (con una portada que recordó los carteles “se busca vivo o muerto” del viejo oeste) y en La Tercera (con filtración de audio privado incluida) en los cuales se cuestionaba fuertemente a “Felices y Forrados”. El domingo siguiente, en el programa “Pauta Libre”, se realizó una accidentada entrevista a Lorenzini plagada de retrasos e interrupciones, donde el ingeniero comercial reclamó porque no le dejaban mostrar su material y terminó acusando al panel de periodistas de “hacerle una encerrona”.
Llama la atención la torpe y errática forma en que La Red abordó este asunto. Claramente les quemó las manos y no supieron cómo reaccionar. Teniendo de director a Víctor Gutiérrez y como rostros a Mónica González y Alejandra Matus, periodistas acostumbrados a investigar rigurosamente al poder y a no amilanarse ante sus ataques, hubiera esperado un mejor manejo. Lo del “equilibrio editorial” suena a excusa mala, pues ha dado sobradas muestras de ello. En sus programas se le ha dado espacio a políticos de derecha como José Antonio Kast, y hasta le dieron la posibilidad a un ícono comunicacional del mundo conservador como Checho Hirane para tener un programa propio como “Café Cargado”.
Gino Lorenzini es el último sobreviviente de la camada de economistas mediáticos que se dedicaron a explicar la economía “en fácil” a inicios de la década recién pasada. En este grupo estaban además los hermanos Franco y Antonino Parisi, Rafael Garay, Marcel Claude y Francisco Montaner. Todos ellos ganaron merecida presencia mediática revelando didácticamente al “gran público” los secretos de las finanzas y enseñando a cómo entenderla y aprovecharla a su favor. Desde un comienzo, esto provocó la molestia de muchos economistas a los cuales no les hizo mucha gracia que alguien le revelara sus “trucos secretos” a la masa. Lamentablemente, fueron cayendo poco a poco por pellejerías propias: Garay y Montaner terminaron en la cárcel; Claude endeudado hasta las masas después de su sonoro fracaso como candidato presidencial; y los hermanos Parisi caídos en desgracia por acusaciones de violencia intrafamiliar (Antonino), cuestionamientos por solicitudes de devolución de dinero al SERVEL por compra de ropa interior cara y acusaciones de poco profesionalismo e intento de acoso sexual en una universidad estadounidense (Franco).
Gino Lorenzini, descendiente de una familia de profunda raigambre democratacristiana, ha logrado sobrevivir hasta ahora con su emprendimiento “Felices y Forrados”. Actualmente reside en Inglaterra, hacia donde tuvo que huir ante supuestas amenazas a su integridad. La forma en la que lo ha tratado la prensa “oficial” en estos últimos días le da credibilidad a sus acusaciones. Se nota demasiado que se lo quieren “pitear”, ya sea metafórica o literalmente, por lo que claramente está incomodando de manera muy seria a gente “poderosa”.
Sin perjuicio de lo anterior, hay detalles de su manera de proceder, tanto en lo financiero como en lo comunicacional, que provocan cuestionamientos y estimulan las acusaciones de “chantas” que reciben. Sus acusaciones tienen detractores potentes que cuestionan sus métodos, pero también tanto partidarios igualmente potentes, como el citado Renato Garín y el abogado Mauricio Daza, que han explicado el tema de las triangulaciones incluso mejor que el propio Lorenzini. En lo comunicacional, llama la atención la cantidad de streamings que han realizado en estos últimos días. Además, en su canal de You Tube no solamente se habla de economía, finanzas y actualidad, sino que además hay material de temas como salud, fitness y hasta se le da espacio al máximo ícono de la difusión de las pseudociencias en Chile, Juan Andrés Salfate, para que hable de conspiraciones. Además, Lorenzini ha sabido sacar provecho de sus notables habilidades comunicacionales para mantener a la opinión pública pendiente de sus pasos. Uno se pregunta si su declaraciones rompiendo en llanto del streaming de las triangulaciones son verídicas o parte de una estrategia comunicacional.
Todo esto tiene mucho tufillo a culto evangélico o empresa de marketing de nivel tipo Amway. Algunos integrantes y seguidores de “Felices y Forrados” tienen actitudes propias de una secta, como criticar violentamente a quienes cuestionan sus afirmaciones aunque sea en forma razonable. Después de la entrevista en “Pauta Libre”, muchos acólitos de Lorenzini trataron insólitamente de “vendidas a las AFP” a Mónica González y Alejandra Matus, dos periodistas reconocidas por su rigor profesional, por haber realizado investigaciones y hasta escrito libros revelando las inequidades del sistema previsional y que en esa entrevista solamente hicieron su trabajo de preguntar lo que les parecía relevante.
Más que un contrario al sistema de las AFP, creo que Lorenzini es un aspirante a “Lobo de Wall Street” que aprendió a jugar el juego de las finanzas y armó de manera astuta un negocio enseñando las claves de este juego y asesorando a personas “de a pie” para poder jugarlo y sacar provecho de él, provocando la irritación de los “machos alfa” de la manada de “Lobos de Wall Street”. Así como a los magos no les gusta que le revelen sus trucos al público, a los capos de las finanzas no les cae bien que le enseñen sus trucos y mañas a todo el mundo. Más que destruir el sistema, pretende que más gente se beneficie de él, lo que molesta a los que quieren la torta completa sólo para ellos.
“Felices y Forrados” es un claro ejemplo de cómo un grupo totalmente outsider con una inteligente y audaz estrategia es capaz de hacer ruido comunicacional y generar efectos en el sistema. Tiraron toda la carne a la parrilla con el tema de las triangulaciones, y de lo que pase con esto depende en gran medida el destino de Gino Lorenzini y su emprendimiento.
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