El insólito caso de Jorge Drexler: el trovador uruguayo que brilla en medio del imperio de la música urbana.

Artículo publicado en Fotech. Click aquí


Jorge Drexler fue el inesperado máximo triunfador de los recientes Latin Grammys. El oscarizado cantautor ha logrado mantenerse como jugador relevante en una industria musical dominada por la música urbana, sin renunciar a su esencia, pero conviviendo, aprendiendo y colaborando con los nuevos artistas y los nuevos estilos musicales.

Se esperaba que la ceremonia de los Latin Grammys fuera la noche de Bad Bunny o Rosalía, dos referentes musicales que están en el peak de su carrera. Sin embargo, y de manera sorpresiva, terminó siendo la de Jorge Drexler. El cantautor uruguayo se llevó 7 gramófonos, contra 5 del “Conejito Malo” y 3 de la Diosa catalana.

No es el primer golpe a la cátedra que nos regala. Muchos supimos de su existencia después de ganar el Oscar a mejor canción original en la edición del 2005 por “Al Otro Lado del Río”, de la película “Diarios de Motocicleta”, una de las mayores epopeyas charrúas después del “Maracanazo” y los rugbistas perdidos en la Cordillera de los Andes. A Drexler se le impidió subir al escenario a presentar su canción porque los productores del evento no lo consideraron “suficientemente famoso” para ello, y tuvo que observar de forma presencial cómo Antonio Banderas (su gran aliado en ese momento, hay que decirlo) y Carlos Santana la “asesinaban” en vivo y en directo para todo el planeta. La secuencia de escenas posteriores de Prince anunciado su triunfo, Drexler besándole la mano al ícono de Minneapolis, recibiendo el Oscar y cantando su canción en el discurso de aceptación es recordada como uno de los grandes momentos de la historia de los Premios de la Academia.

Jorge Drexler es el actual máximo paradigma del cantautor intelectual profundo. Es un trovador heredero de la impronta y el estilo de Joan Manuel Serrat, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Joaquín Sabina. Su repertorio está dominado por canciones sofisticadas y profundas, con líricas cargadas de poesía y metáforas, y música exquisita, muy bien construida, y con mucha tendencia a la experimentación. Es un artista más bien de nicho, con escasa o nula vocación de masividad, y que para entenderlo y apreciarlo hay que realizar un esfuerzo intelectual importante. Por ello, resulta llamativo e interesante que, sin venderse ni renunciar a su esencia, haya logrado mantenerse vigente y en primera línea por bastante tiempo en una industria musical latina sometida desde hace muchos años al dominio incontrarrestable del género urbano (Rap + Trap + Hip Hop + Reggaetón + Bachata calentona tipo Romeo Santos).

Dados sus antecedentes, uno tiende a asumir que el público promedio de Drexler es gente con formación universitaria, de nivel cultural e intelectual alto y, sobre todo, sumamente refractario a la música mainstream, y en particular al género urbano. Sin embargo, si algo caracteriza a Drexler es su mentalidad abierta y flexible; su predilección a experimentar con su música tomando elementos actuales como el autotune y los sampleos; y, en especial, su gran respeto y carencia de prejuicios respecto a las nuevas propuestas y a los nuevos artistas. Su canción “Tocarte”, que grabó a dúo con C Tangana en su reciente y elogiado álbum “Tinta y Tiempo”, y que interpretó en la ceremonia de los Latin Grammy junto al icónico cantautor británico Elvis Costello, es tanto o más experimental y osada que cualquier canción del disco “Motomami” de Rosalía. 

Otra muestra notable de su apertura mental es su magistral charla TED del 2017 en la que comenzó hablando de las décimas y terminó describiendo de manera notable que, incluso las expresiones musicales aparentemente más “puras” y “locales” son producto del sincretismo de influencias provenientes de diversos puntos del planeta.

En el discurso de aceptación de su Latin Grammy por Grabación del Año, Drexler felicitó abiertamente a los artistas urbanos por su éxito a nivel mundial. No es la primera vez que Drexler hace gala de una postura abierta y acogedora respecto al género dominante en el actual panorama de la música latina. Anteriormente se había despachado este comentario pleno de sabiduría: “A mí me gusta el reggaetón, como género. No me gustan las canciones del reggaetón, pero es un género poderosísimo, que tiene un enorme poder rítmico para generar baile y sensualidad, que me parece maravilloso. Hay que escribir buenas canciones, cosa que hasta ahora no es muy habitual (..) El reggaetón es un gran género con muy malos compositores. Tenemos que arremangarnos y meternos a escribir en ese género y hacerlo un poquito más interesante (..) Ese patrón rítmico no es nuestro, ni de J Balvin, ni de Maluma, es un ritmo de África, del norte, y es maravilloso. Si no nos gusta algún tipo de canción, escribamos mejores canciones, pero no le echemos la culpa a los géneros. Abramos los brazos, que el mundo ya está bastante dividido como está” 

Efectivamente, el género urbano necesitaba que llegaran buenos músicos y compositores a meter mano en él. Gracias a la incursión de Rosalía y otros, se está notando una interesante evolución. El clásico cliché del chico de tez morena con pinta de pandillero, con bling-bling al cuello, conduciendo un auto caro, vestido con ropa cara, haciendo fiestas en una lujosa mansión acompañado de mujeres con poca ropa, y con letras cargadas de doble sentido y erotismo explícito y vulgar, está poco a poco siendo reemplazado por propuestas algo más sofisticadas e interesantes.

Los que saben le encuentran valor a lo que otros desprecian. Drexler no ningunea ni menos basurea a los artistas urbanos. Muy por el contrario, escucha sus propuestas, las analiza seriamente, reconoce sus méritos, les hace críticas con fundamentos, aprende de ellos y hasta colabora con ellos. En los últimos años ha formado una fructífera sociedad musical con el ícono del trap español C Tangana, que les ha reportado éxitos y premios a ambos. Ha colaborado, entre otros, con Ile, Mon Laferte, Ana Tijoux y Natalia Lafourcade. Ha trabajado con Shakira, siendo coautor de “Loba” y aportando en la letra de “Waka Waka”, manifestando en su momento su admiración por la disciplina y el profesionalismo de la ídola colombiana. Otro reflejo de ello es su participación en un notable video del youtuber español Jaime Altozano en el cual se analizan diversas líricas de canciones, algunas de las cuales pertenecen al género urbano. Posteriormente participó en otro video con Altozano, en el cual diseccionaron "Tinta y Tiempo".

Lo de Jorge Drexler es tan insólito como extraordinario. Ha logrado mantenerse en la primera línea de industria musical latina y plantarle cara al género urbano, pero sin entrar en colisión con este, sino que apelando una actitud acogedora y respetuosa, mostrando la humildad y la apertura de mente propia de los grandes de verdad. 

Desde que lo conocí por lo de su Oscar, se ha transformado en uno de mis artistas preferidos. He tenido el privilegio de asistir a dos de sus conciertos en el Aula Magna de la Universidad Santa María en Valparaíso, y han sido de los mejores a los que he ido. 

No sé si será posible para el 2023, pero sería un lujo tenerlo en el Festival de Viña. Es de esos artistas que le darían verdadero realce al evento.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Actualización Previa Viña 2024: Peso Pluma no llega ni al primer round

El doble hito de “Now and Then”: el final de The Beatles y el inicio de la era de las Inteligencias Artificiales.

Análisis informal del fenómeno Taylor Swift: Parte 1: Una artista injustamente subvalorada.