La Dupla Chiqui & Don Comedia: las almas más iluminadas de “El Purgatorio”

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La participación del dúo de comediantes se ha transformado en, para muchos, el momento más esperado y atractivo del novedoso estelar farandulero de Canal 13. Han retomado y profundizado la herencia irreverente de Yerko Puchento.

El retorno definitivo de la farándula: Después de años de hibernación mediática, la farándula ha ido poco a poco recuperando terreno televisivo. Inicialmente el fenómeno se concentró en TV+, Zona Latina y el streaming, y “El Purgatorio” es el primer estelar de uno de los canales “grandes” enfocado en el tema. El programa no es más que una entrevista a dos “famosos” a los cuales se les disecciona la vida con lujo de detalles, sin complejos ni contemplaciones, y sin eludir ningún tema. “El Purgatorio” les ha dado pantalla a famosos con fuerte presencia mediática en la actualidad (Anita Alvarado, Daniela Aránguiz, Daniel Fuenzalida, Yamila Reyna, Pamela Diaz, Cathy Barriga) y también ha resucitado a insignes figuras de la época de oro de la farándula que actualmente están en segundo o tercer plano (Daniella Campos, Kenita Larraín, José Miguel Viñuela, Jordi Castell)

Por fin algo de originalidad y creatividad: Hay que reconocer que se hizo un esfuerzo importante en la creación del concepto del programa, inspirándose para ello en el teatro griego y en “La Divina Comedia” de Dante Alighieri. El escenario del programa debe ser uno de los más espectaculares de la historia de la TV chilena: un teatro imponente, full tecnológico, con asistentes disfrazados de monjes. Se agradece mucho que, en un momento de crisis financiera y creativa en la industria televisiva, donde sale más a cuenta recurrir a franquicias extranjeras, material envasado y refritos de programas antiguos, un canal se atreva a arriesgarse, invertir fuerte y apostar por ideas nuevas e interesantes.

 Un “Nacho” con harto picante: Ignacio Gutiérrez cumple bien el rol del anfitrión que se muestra amable y empático, pero solapadamente hace preguntas con “malicia” y le echa carbón a la hoguera. Nacho me recuerda a ese típico profesor universitario que se mostraba jovial, cercano, amable y buena onda en clases, pero cuyas pruebas eran cruentas masacres donde llovían las notas rojas, y al final del semestre terminaba rajando a la mayor parte de sus estudiantes.

Los nuevos “sepultureros” del 13 (como dijo Larry Moe): Somos muchos los que nos interesamos en “El Purgatorio” única y exclusivamente por la notable participación del dúo de comediantes formado por Chiqui Aguayo y Luis Slimming. Sus segmentos “El Libro de Condolencias” y “La Oficina del Purgatorio” son un verdadero manjar de humor ácido, irreverente y al límite del reglamento, pero inteligente, sofisticado y muy bien construido. Ambos comediantes llegaron a este programa en un muy buen pie en sus respectivas trayectorias. Chiqui suma shows exitosos en los Festivales de Viña, Olmué y Las Condes, más experiencias televisivas y radiales. Slimming, por su parte, está viendo los frutos de una carrera construida paso a paso en donde destacó como libretista, se desarrolló en espacios de podcast como “El Sentido del Humor” y marcó un hito con su exitosa presentación en el último Festival de Olmué, que lo dejó muy bien posicionado para enfrentar a corto plazo al Monstruo de la Quinta Vergara.

Los herederos de Yerko Puchento: Son la versión renovada y evolucionada de lo que hacía el personaje de Daniel Alcaíno en “Vértigo”. Con Alcaíno (vaya ironía) compitiendo con “El Purgatorio” como protagonista de la serie de TVN "La Sangre del Camaleón", y Yerko en el congelador luego de renunciar a actuar en el último Festival de Viña por temor a los “peligrosos” fandoms centennials de Tini Stroessel y Emilia Mernes, su herencia y legado de comedia quedó en excelentes manos.

Una muy buena dupla: Aunque a inicios del 2023 Slimming le hizo una entretenida entrevista a Chiqui para el programa “Entre Broma y Broma” del canal de You Tube “El Sentido del Humor Producciones”, esta es la primera vez que trabajan juntos. En un comienzo surgieron rumores de que existía mala onda entre ambos. De ser así, han logrado disimularlo muy bien. Quizás no tienen la química de Doggenweiller y Camiroaga en el “Pase lo que Pase”, pero logran funcionar razonablemente bien.

Ambos son especialistas en rutinas irreverentes y al borde del reglamento. Desde su recordado show del Festival de Viña del 2017 y su mediática polémica con Alberto Plaza, Chiqui Aguayo ha sido permanentemente criticada por “pasarse de pueblos”, incluso por gente como Paty Cofré, Daniel Vilches y Claudio Reyes. Por su parte, antes de romperla con todo en Olmué, Luis Slimming era uno de los libretistas de comedia más cotizados del medio nacional, participando en el diseño de las rutinas hardcore de la primera época de gloria de Edo Caroe, y del recordado show de Stefan Kramer en Viña 2020. Tal parece que en Canal 13 los están dejando ser y jugar. No veo mayor diferencia entre lo que hacen en “El Purgatorio” y lo que muestran en sus shows y podcasts.

El retorno del “humor pebre” (picante, pero muy bien preparado): Desde los “Viernes Sin Censura” que no se veía comedia con tanto desparpajo en televisión abierta. Sus rutinas son un resumen completo y muy bien hilado de la historia completa de los invitados, adornado con frases de doble y hasta triple sentido, ingeniosos juegos de palabras al mejor estilo de Álvaro Salas, referencias a la contingencia y bromas sumamente asertivas e inesperadas. El trabajo de libreto es notable, en donde resulta evidente la mano del propio Slimming. Aunque dan duro (y a veces MUY duro), su humor trasciende el mero bullying mediático. Se aprecia picardía, ingenio y hasta cierta sofisticación en el uso del lenguaje.

No apto para epidermis sensibles. El que va a “El Purgatorio” tiene que saber que este par de “sepultureros” los van a sepultar a bromas sin misericordia ni contemplaciones. A Daniel Fuenzalida lo llenaron de tallas acerca de su pasado con las drogas; a Kenita con su historiada vida amorosa; a Anita Alvarado le sacaron en cara su pasado en Japón; trapearon el piso con Cathy Barriga por su fallida gestión municipal; desde Kramer que no bombardeaban a Jordi Castell con tallas de doble sentido en su propia cara. Si tienes el ego por las nubes, eres demasiado sensible al “qué dirán” y no eres capaz de resistir este tipo de alusiones, mejor no vayas. A estas alturas, el que acepta presentarse en ese teatro griego simulado ya sabe a lo que va, y tiene que ir preparado. La mayoría de los invitados parecieron tener esto perfectamente asumido.

“La del burro”, nivel DIOS: El primero que se quejó fue José Miguel Viñuela, quien en el programa “Tal Cual” junto a Raquel Argandoña y Patricia Maldonado señaló que la rutina de los humoristas le pareció aburrida, que no le hizo mucha gracia y se quejó de algo que, por lo demás, era totalmente previsible: que le dieron “como caja” con la estafa de Alberto Chang y el corte de pelo. En ese mismo programa, Patricia Maldonado apuntó sus dardos contra los comediantes: “Cómo te voy a invitar a mi casa para agredirte. Eso no es humor, es agresión … Cuando agredes al invitado ya me caíste mal… la gente está cansada de la agresividad”. Llamativo que una persona que se ha caracterizado por “no tener pelos en la lengua”, “decir las cosas por su nombre”, que se ha burlado abierta y desvergonzadamente de la Senadora Fabiola Campillai y que llegó a lanzarle huesos de pollo y vaca a los familiares de Detenidos Desaparecidos, se queje de un par de comediantes por ser “demasiado agresivos”. Aparte del tema del corte de pelo, Viñuela también tiene su historial de actitudes tóxicas, en especial en la época de oro de Mekano. De la Argandoña, ni hablar.

Si te gusta patear colmenas, no te quejes cuando las abejas vayan a picarte en masa: Si hay algo que caracteriza a los invitados de “El Purgatorio” es que ha sido gente que ha construido gran parte de sus carreras en base a polémicas y peleas mediáticas, muchas veces de muy bajo nivel y donde las formas, la empatía, el fair play y el guante blanco han brillado por su ausencia. En esencia, son famosos que públicamente han dicho y hecho cosas fuertes y hasta tóxicas acerca de otras personas, y que por lo tanto tienen cero autoridad moral para quejarse de que comediantes como Chiqui y Slimming hagan un festín humorístico con ellos. Si vas por la vida provocando a otros, no tienes derecho a quejarte cuando te provoquen a ti. Si haces bullying a otros, te la tienes que comer enterita cuando te hagan bullying a ti. Lo otro es hipocresía y doble estándar.

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